lunes, 19 de diciembre de 2016

Vocación de Servicio


La semana pasada por cuestiones de trabajo tuve que trasladarme a la provincia de Maria Trinidad Sánchez al municipio de Nagua, al llegar a pueblo de Nagua nos hospedamos en el Hotel Sinaí. 

Al hospedarnos en el hotel, nos dimos cuenta o sentimos que el trato era muy servicial muy personal, me sentí realmente cómodo, no es un lugar de lujo tiene sus detallitos pero ni cuenta te das por el servicio prestado. 

Llegamos justo a la hora del almuerzo, decidimos por no conocer el lugar quedarnos a comer en el hotel, fuimos al restaurant, ordenamos los cuatros almuerzos diferentes y las bebidas. Nos llega la bebida, jugo naturales y refresco acompañados de deditos de queso mozarrella, cortesía de la casa. 

Uno de nosotros al parecer llego sediento y se tomó su bebida en dos tragos y al ver la acción el camarero procede a retirar el vaso vacío y le trae otra bebida y le dice, la primera es cortesía de la casa, nosotros nos sorprendimos por el gesto y comenzamos a almorzar.  De repente otro camarero nos traen dos envases, con arroz y habichuela también cortesía de la casa, ya que no habíamos ordenado arroz en nuestros almuerzos, solo papas fritas, carnes y tostones.  

Nosotros acostumbrado a un trato frío y poco servicial como se vive actualmente en la ciudad, nos sentíamos super extraño, al concluir el almuerzo nos preguntan si queríamos postre, la cual respondimos positivamente pensando que nosotros lo pagaríamos y para sorpresa de nosotros, solamente nos cobraron el almuerzo. Todo este servicio, los detalles y lo mejor de todo que se sintió que fue de buena fe. 

Así nos trataron los dos días siguientes, que nos hizo confirmar que no fue cosa del momento, sino una costumbre tratar a sus huéspedes así, hablamos con los dueños del lugar, dos personas mayores, muy amables y pendiente de sus huéspedes, con sus observaciones y conversaciones me dieron a demostrar que su base primordial es el servicio, hacer sentir bien al otro. 

Con esto me pregunto, porque tantas diferencias el estilo de vida de los pueblos y aquí en la ciudad o mejor dicho en la capital. ¿Será que el tigueraje o la viveza les ganará a las buenas costumbres? Yo pondré mi granito de arena para seguir confiando en las personas y ser cada día mas servicial, tal como mis padres me inculcaron y haré lo mismo para con mi familia. 

¿Y tú, me ayudarías a cambiar el rumbo y volver al buen servicio y buenas costumbres?

¡Chaito!