viernes, 12 de abril de 2013

1ra Salida de Domingo Con Jimena


Mi esposa y yo, hemos decidido salir a pasear a la pequeña, ir a un lugar abierto, que vea otro tipo de ambiente. Comenzamos a recoger todo lo necesario para salir con la niña y no se imaginaran todo lo que se debe cargar para un bebe de 6 meses.


El asiento del vehículo, el coche para pasear y un bulto con lo necesario (pañales, bobo, biberones, agua, leche, cereal, un mini botiquín, mantas, ropa adicional por posibles accidentes, manitas limpias, paños húmedos, cambiador portátil, cremas) y en otro bulto algunos juguetes para distraerla ó una tableta para juegos y muñequitos. 

Lo mejor del caso que TODO eso, es para una salida de quizás 3 horas y cuidado si mucho menos y siempre pero casi siempre se olvida algo. así que no te sientas mal si te pasas no eres el primero ni el último. 

Decidimos ir a almorzar y luego al zoológico, pues entre el corre, corre de bañarla, cambiarla, darle de comer, reposar su comida nos dio las 14:30, fuimos comimos y nos dirigimos al zoológico, les confieso que la última vez que fui al zoológico fue hace un buen tiempo, yo tenía como 7 años.  Al llegar nos recibe un guardia que nos dice, el zoológico ya está cerrado no eran las 17:00 (hora que dice la página que cierran) pero ya estaba cerrado. Dado que ya estábamos en la calle decidimos ir al Botánico y dar una vueltecita en el tren con la niña. 

Al llegar nos encontramos con un grupo de estudiantes saliendo y siempre pienso lo mismo, que está pasando con los estudiantes de hoy en día, parecían mas tigueres malos de barrios, que estudiante pero eso será otra entrada. Al entrar al parque nos cobraron el trencito sin preguntarnos, esos barbaros comenzaron mal, al bajar al trencito nos montamos y nos dicen que saldría en 5 minutos, esperamos como 20 minutos y arranca la travesía. 

El trencito iba despacio, la guía con su tono a locutora de Tienda (Fulano ir a caja uno), si ese mismo tono. Ella iba explicando todo lo que “veíamos” y comenzó así, a la izquierda está el busto de fulano (no recuerdo él nombre), a la derecha está el busto de fulano (tampoco recuerdo él nombre), el salón de la derecha se usa para ser alquilado para eventos, fiestas, cumpleaños, bodas. Comenzó a explicar las diferentes plantas y comenzando dijo que una planta era usada para hacer tintes (wao, quise desmontarme a coger una planta en ese momento), luego solo escuche que decía, aquí estan las palmas, palmas y más palmas. Luego escuche  vamos a bajar la cañada y que la temperatura desciende 1 grado menos que lo normal, solo diré que si era una cañada su olor la describía completamente, de repente escucho como una sirena y el tono de voz de tienda cambia a otra más sería diciendo: " agárrense que cambiaremos de velocidad" "no se paren  cambiaremos la marcha"  y dio un solo acelerón que las personas se agarraban para no salirse y algunos gritos, típicos de ferias mecánicas. 

Luego entendí que era para poder subir ya que el trencito no tenía fuerzas para la cantidad de personas montadas. Llegamos rápido al jardín japonés, nos dieron 10 minutos para conocerlo, arrancamos y se termino el tour. 

Un tour que supuestamente dura 30 minutos lo hicimos en 17 minutos como máximo, contando los 10 del jardín japonés. Lo bonito es que no me sentí estafado, por la mala fama que he tenido con todos los trencitos que me he montado. Ya a la salida nos sentamos un rato donde están los peces y allí me reí bastante viendo a las personas echarle, galletas, pan, donas y hasta guineos a los peces y otras queriendo agarrarlos para llevarlos a su casa, no se con cual intención pero no creo que sea para criarlos, porque ya lo están. 

Yo volveré con mi familia al botánico, pero esta vez caminare y disfrutare del clima, el aire fresco (sin monóxido del trencito) y llevaré algún alimento para los peces, ya que la pequeña se quedo atónita mirándolos. 


El día que llegó Jimena!



Es una entrada atrasada porque ya mi pequeña tiene 6 meses, lo rápido que pasa el tiempo y a la vez les pido disculpa por abandonar el blog, pero en otra entrada contaré los cambios que pasan en la vida, al tener una hija.

Era la noche del 2 de octubre, nos reunimos en mi apartamento con la familia de mi esposa para cenar y hacer una mini tertulia, cenamos, reímos y la pasamos tranquilo en el apartamento. Se fueron la visita me pongo a recoger cuando escucho la voz de mi esposa que dice: “Creo que rompí fuente”, con esa famosa frase comienza todo.

Teníamos todo planeado, la maleta hecha, la ropa lista y el bulto de la pequeña listo, ya que ella hizo el intento varias semanas antes en llegar. Llamamos al doctor, le avisamos que íbamos para la clínica y de forma muy tranquila y conversando nos dirigimos a la clínica. Es la primera vez en mi vida, que me digan que se rompió algo y yo me ponga alegre.

 Ya en la clínica confirman que rompió fuente y que la niña decidió salir, hacemos el ingreso correspondiente, llenar los papeles y lo peor conseguir una habitación. Nos manda a la sala de preparto, a esperar los centímetros para intentar un parto natural, mientras la pasábamos en tranquilidad, conversando, riendo, se escucha un grito… mi esposa y yo nos miramos luego una mujer grita desesperada, “ESTA SALIENDO, SIENTO LA CABEZA” y otro grito. “ahhh” de repente veo al camillero, dos médicos, entrando rápido a la sala con una mujer embarazada en una silla de ruedas, intentan pararla de la silla y la mujer pega un solo grito, respira profundo y luego se escucha un grito más pequeño, la mujer dio a luz, allí mismo frente de mi, todo transcurrió tan rápido que solo atiné a decir, “Wao que rápido”

Estuvimos en la sala de preparto desde la 1:00 a.m. hasta las 6:00 a.m. y nada de avanzar los centímetros hasta que decidieron por una cesárea. La pequeña nació, con sus bellos ojos abiertos y buenos reflejos. La enfermera me dijo, prepara el bolsillo tienes una hermosa hembra comelona.

Y así llegó a mi vida, una pequeña criatura con tremendo carácter llamada Jimena. El resultado de dos personas que se aman.

Es una entrada corta pero obligatoria en mi vida. Gracias a todos por estar allí, también por estar pendiente al nacimiento de mi beba y por todas las bendiciones.