Buscando un lugar donde almorzar
me he topado con un mural muy jocoso, este mural dedicado a la carrera del campeón
de la bolita del mundo, Jack Veneno me hizo recordar mi niñez, cuando esperaba
todos los sábados, mi programa favorita, La Lucha Libre Internacional.
No recuerdo cuantas veces, siendo
chamaquito jugué la lucha libre, haciendo caso omiso a las advertencias de no
imitar lo visto en la TV, yo como muchacho al fin “muy tranquilo” lo hacía. Siempre
en el programa veía todas las luchas donde nunca ví perder al campeón al menos
que la lucha sea suspendida por descalificación ó cuando ambas cuadras (las técnicas
y rudas) se iban al bollo en el ring y fuera de este y concluía en que una de
ella, siempre la contraria se devolvía al camerino y lo cerraban con un pestillo.
El momento de los regalos,
aparecía el viejo Jack montado en su motor Honda C-50, comenzaba los saludos y
al final regalaba todos los productos que tenía en el mostrador. Un día mi
padrino se le ocurre la brillante idea de invitarme a la grabación de la lucha,
yo ni dormía bien pensando ese gran día, FELIZ!
Llego el preciado Jueves, la
lucha era grabada ese día para pasarla los sábados, por si algún golpe se da
mal, digo yo. Cuando llegamos a anfiteatro, veo todo el montaje, realmente era
algo muy chévere, quede wao, que montaje, antes de comenzar el coordinador le
dice a mi padrino, que fui elegido para subir a saludar a Jack y llevarme un
obsequio. Yo quede O_O wao!, saludare al campeón de la bolita del mundo y me darán
algo.
Veo las primeras 3 luchas, se van
a “comerciales” y venia la tertulia, salgo del lugar donde estaba sentado, ya había
salido en varios close up, de la cámara yo estaba que no me lo creía, salía en
TV, veía la lucha, un regalo y saludaría al campeón. En la fila me pregunta,
que deseas del mostrador volví a quedar O_O, yo amante de la pizza desde
chiquito atine a decir, la pizza de Luigi’s ó cualquier cosa, menos un forty
malt porque me caen mal y no me gustan.
El tipo me anota en una lista, me
dice: “al subir, le das la mano a Jack, dices tu nombre, mandas un saludo,
recibe tu premio y bajas. Recuerda sonreír cuando te den el premio y bajes. Dicho
y hecho, subo, saludo a Jack con mi sonrisa de oreja a oreja (con mi bocasa),
digo mi nombre, le mando saludos a mis padres y al darme el premio, me dieron
el M#$^&to Forty Malt, olvide la sonrisa, me quede mirando a Jack y no recuerdo
quien me bajo de la tarima, porque yo no lo hice con el shock que recibí al
tener mi premio.
No recuerdo la siguiente lucha,
porque aun seguía viendo la cajita de Forty Malt en mis manos y no me lo creía,
pero muchacho al fin, se me paso el pique en la siguiente pelea hasta llegar a
mi casa, donde mis “angelitos” hermanos me relajaron al verme el Forty Malt en
manos y el relajo fue peor cuando vieron el programa el sábado.
Sonaré ilógico, pero la lucha
libre mostraba detrás de todos esos golpes, que el amor incondicional era hacia
tu madre y la familia. Que el Bien (Jack Veneno) debe vencer el
mal (Relámpago) y eso falta hoy en día en esta sociedad. Un hombre con pelos en
el pecho, que se baje los breteles de su traje y defienda a los más
necesitados. Que jure ante su madre que todo saldrá bien y que lloré al ver un
hijo sufrir. Irónico pero si se analiza no solo era una comedia ó novela basada
en golpes, sino que recordaba el amor familiar y al prójimo.
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