miércoles, 14 de junio de 2017

La Sala de Espera

A partir del 04 de abril, me he visto en la necesidad de estar sentando en muchas salas de espera (médicos), como su nombre lo indica, me tocó ser paciente.

Loco al fin, me quede observando cada una de las personas que estaban sentados allí, incluyéndome y los cambios que la misma ha sufrido.

Las personas comienzan a mandar voicenote como si estuvieran hablando por un walkie talkie.

Las personas comienza a escuchar los audios que tienen en diferentes chat, sin utilizar audífono, es decir, que todas las personas que estamos en la sala escuchamos el chiste en cuestión. Esto incluye videos, música, etc.

Las revistas han desaparecidos de las mesas ahora todas las personas están amarradas a sus móviles, quizás les preguntas a cualquiera de la sala quienes estaban allí y al menos que entres en silla de ruedas o tengas un parcho en el ojo lo sabrán.

Ahora la palabra “Por Cita” ha cambiado, llegas el día y la hora pautada en tu cita y al llegar, es por orden de llegada, vaina que nunca entendí, pero ya es costumbre en la mayoría.

La sala de espera ha evolucionado tanto que dependiendo de la clínica los televisores que allí se encontraban con la novela del momento, noticiero, etc solo queda la base donde estaban, por no pagar los nuevos impuestos establecido por el estado y en los que lo han dejado, te pasan un video promocionando la misma clínica, en definitiva ambos casos es lo mismo.

Se perdió la costumbre de ver:
      A.      El que hacia chistes.
      B.      El que contaba sus penas.
      C.      La viejita que hablaba mucho.
      D.      La mujer que vivía peleando por todo, por la espera, por el pago, por el médico, por la medicina,  etc.
      E.       De hablar entre sí y en dado caso que surja la comunicación es por algún audio viral que motive a dar opiniones.

Todavía sigue apareciendo aquel que entra, comienza a dar dulces y al raaaaato, cuando llevas el dulce en la boca, te dice cuánto cuesta, que lo ayuden con algo ó los muchachos que andas recolectando para la cancha de básquet, o aquella que pide para medicina y tiene la receta plastificada para que no se le dañe.

La sala de espera es mejor no estar en ella, pero cuando toca, toca… y al final todos los que están allí desean lo mismo… estar saludable y espero que ese deseo se les cumpla.y que realmente sea un lugar más confortable, más amigable y regresen las cosas buenas que antes estaban. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario