La tradición de hacer angelitos, es decir, intercambiar regalos con tus amigos, conocidos, vecinos o quien fuere en navidad es una linda tradición, pero muchas veces esos intercambios no salen de lo mejor que digamos, siempre o casi siempre nos pasa alguna experiencia que podamos contar, ya sea jocosa, amorosa, y porque no a veces un poco desagradable.
La ley de Murphy se burla de las personas en los angelitos, y más en el colegio. En los angelitos casi siempre uno desea que le salga la más bonita(o) del curso o la muchacha(o) de la cual estas enamorado(a) y adivinen? Jajaja nunca sale, siempre te sale la más pesada o desagradable del curso o peor aún te sale la chama de la cual te mandas, porque está enamorada de ti pero a ti no te gusta. Existen altas probabilidades, que hasta incluso te salga aquella persona con la cual no hablas o quedaste enemigos por algún conflicto o simplemente porque es tu ex novia.
Lo bonito del caso es que nadie quiere cambiarte el papelito, y cuando llega el regalo final casi siempre se regalan mutuamente y deben darse un abrazo y beso imitando a dos políticos contrarios haciendo el bulto de amigos y que son los que más se quieren, porque nadie puede saber que es tu ex o peor que se odian mutuamente.
Para hablar de los regalos creo que debería hacer como 10 entradas en el blog y cuidao, yo siempre tuve mala suerte para los regalos, las personas se esmeran en regalarte algo que no te han visto puesto, quizás pensando que no has podido comprarlo y no lo tienes, pero no se detienen a pensar que quizás simplemente no te gusta.
En un angelito me dijeron “Ay! Nunca te he visto con un t-shirt cuello tortuga, por eso te hago este regalo” trágame tierra este moreno con un t-shirt cuello tortuga y blanco para el colmo de los colmo, muchas veces te hacen el coro los amigos para que exhibas el regalo… ya se imaginan todos al unisonó “que se lo ponga, que se lo ponga” que cuerda cogí cuando me puse ese t-shirt parecía un motorista del Darío Contreras con un cuello ortopédico puesto y los dos brazos enyesados y para completar el cuadro clínico con fiebre porque comencé a sudar como loco, por el malvao calor que me dio el t-shircito ese.
Recuerdo que una vez le escribí un poema a mi angelito y hasta fui a parar a la dirección, gracias a que ella expreso que le escribieron un poema muy hermoso y la profesora insistió en que lo leyera en voz alta. Gracias a eso aprendí dos cosas: 1ro. Un poema con un ligero erotismo puede conquistar a la musa, 2do. Pero otros al leer, hacen castigar al autor.
Siempre el regalo que recibes es inversamente proporcional al regalo que tú haces, en los intercambios pequeño si eres dadivoso y regalas algo de $ 50.00 recibes algo de $ 25.00, si regalas algo de $ 25.00 recibes algo de $ 12.50, no se ustedes pero que quille (incomodo) es que eso siempre me pase. Mi experiencia me dice que de 10 personas que participan en un angelito el 10% es tacaña y siempre me caerá a mí, joder (como diría mi cuñado).
He aprendido que al momento de sacar los papelitos, existe la ley de atracción inversa, porque siempre vas pensando “que no me caiga fulana (o), que no me caiga, que no me caiga fulana(o)” y metes la mano y cuando sacas el papelito y lo lees…. zasss te salió fulana por pechú, así que ya sabes, si deseas que te salga esa persona debes pensar al inversor y desear que no te salga.
Siempre la más gustanini del lugar recibe más de un regalo, ya sea por un enamorado anónimo ó porque ella misma se auto regala para demostrarle al resto que “estoy buena!” eso es estando uno en el colegio o la universidad pero después de “adultos” nos siguen cayendo angelitos en el trabajo, con amigos en fin donde sea.
Nunca fui partidario de los angelitos, por mis “buenos” recuerdos, pero son jocosos, creo que aun guardo algunos de los regalos en mi casa materna, de aquellos angelitos que recibí que nunca se olvidan, pero también recibí muy buenos recuerdos (regalos), que por respeto a mi pareja no puedo publicar (hoy dormiré en el mueble).
Es como les dije en los angelitos siempre se aplicará la ley de Murphy, quizás pueda salir algo provechoso de ello o recibir un regalo que nunca usaras, pero la verdadera esencia es COMPARTIR, que nos olvidemos por un tiempo de todo, y nos acerquemos a compartir, con aquellas personas que nos rodean y que por una razón u otra, forma parte de nuestro diario vivir.
No seamos cascarrabias aceptemos los angelitos y lo ocurrido lo dejamos para escribir un blog.
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